Este pasado fin de semana ha sido uno de esos en los que disfrutar de un buen paseo en trike en familia y con un buen tiempo ha sido todo un placer. Lo mejor de todo fue poder salir a la naturaleza con los niños. Esta vez nos acompañaban además nuestros sobrinos, así que durante el paseo seríamos seis: Raul, Lara, Lucía, Darío y nosotros. La propuesta era seguir la senda del Lérez y comer en algún lugar de la misma con vistas a preparar un futuro encuentro de Los Domingos al sol para las familias viajeras en bici de Pontevedra que quieran participar (evento que se encuentra en proceso de realización).
Los preparativos con tantos niños siempre son lentos contando además con el peque que, con tan solo dos meses requiere más atención, aunque podemos decir que la emoción y el entusiasmo de los mayores se hizo muy llevadero pues ellos mismos se autogestionaban y además ayudaban en todo.
Desayunamos con tranquilidad y a eso de las once y media estábamos listos para preparar las trikes y bicicletas. Montamos todo y salimos a la calle. El día era espléndido. Explicamos unas breves normas y partimos. Las normas eran sencillas:
- Mantener una distancia de seguridad con el que va delante nuestra.
- Avisar cuando se va a parar para dar tiempo de frenar.
- Ir despacio.
- Mantener un orden y no adelantar.
- Respetar a los demás ciclistas y peatones.
- Circular siempre por nuestra derecha.
Después del descanso nos pusimos en marcha de nuevo y nos adentramos en la senda del río Lérez por el estrecho camino que discurre a la par del mismo cruzándonos con mucha gente que iba o venía de su paseo aprovechando este espacio tan apetecible para el deporte.
Pedaleamos los cuatro kilómetros de la senda hasta que los niños se manifestaron con hambre. Buscamos entonces un buen lugar para comer y nos asentamos.
El día estaba resultando espléndido. El cansancio del pedaleo les hizo devorar con avidez la comida y al acabar descansaron un rato sentados en las trikes. Estaban disfrutando de lo lindo.
Y después del descanso surgió la iniciativa de recoger flores, una actividad que habíamos hecho con Lucía unos días atrás y que ahora se presentaba en el momento perfecto. Estuvieron recogiendo flores y las guardaron en unos vasos de plástico quedando en identificarlas en cuanto llegásemos a casa para conocerlas mejor.
Quiero un helado
Quiero 2 helados
Y al llegar se bañaron e hicieron la clasificación del las flores que habían encontrado. Día redondo.
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