Esta entrada hace referencia al tramo que se puede hacer muy fácil de Viena a Linz en bicicleta siguiendo la ruta Eurovelo 6 que va paralela al río Danubio.
Llegar a Austria es como un bálsamo de energía o como la recompensa al esfuerzo realizado. Un esfuerzo que se materializa en la fuerza que hacemos para avanzar contra un viento que nos desgasta
irremediablemente, pero que no vence la ilusión de alcanzar lo que para nosotros es un hito. En este viaje hemos ido siempre a contracorriente, primero siguiendo el Camino de Santiago al revés y ahora remontando el Danubio.
DE VIENA A LINZ EN BICICLETA (O TRIKE)
Nuestro partida era desde el centro de Viena donde fuimos acogidos por un diputado de los Verdes del parlamento austríaco. Dos maravillosos días entre fogones y visitas al casco histórico de la ciudad en los que disfrutamos como nunca de lo que nos pareció un museo al aire libre. Retomamos de nuevo el camino con la sensación de haber estado en una ciudad única. El trayecto que nos iba a llevar a nuestro siguiente destino transcurría a orillas del Danubio entorno a un espectacular paisaje entre montañas, bosques y viñedos justo antes de presentarse casi mimetizada la zona industrial de la ciudad de Linz que, sin ser tan bella como Viena, es igual de acogedora.
Sin embargo, también llegaron las sorpresas con dos pinchazos en cinco kilómetros y sin lugares para acampar. Eso nos hizo buscar en el bosque un buen lugar para pasar la noche. La lluvia apareció para completar la mala fortuna y no fue fácil pedalear durante varios días marcando nuestro ritmo las siguientes jornadas. De Viena a Linz no fue sencillo para nosotros, pero hay que tener en cuenta que aun era temporada de lluvias.
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